viernes, 9 de noviembre de 2012



Pienso en ti todos los días, y cariño parece que tú te has olvidado de pensar en mi. Te echo de menos todos los días, cada día que te veo y sobre todo los que no te veo. Los días que no me llamas, que parece que no esté en tu vida, me olvidas. No existo para ti, soy alguien que está en un punto fijo y me tienes cuando acudes allí, pero cuando no te apetece te vas y me dejas en el olvido. Sí, es así cómo me siento.
¿Me quieres? Pues quizá, pero no lo suficiente como para hablar conmigo todos los días, contarme cómo estás y preguntarme cómo me va. ¿Y qué pasa si tengo un día malo? ¿No me lo vas alegrar? Nunca tienes en cuenta los detalles que hacen que una relación viva, me tienes ahí con la certeza y la seguridad de que voy a estar siempre. Y te confías, soy como un juguete viejo que olvidas cuando lo tienes pero cuando no, lo echas en falta.

Y me escondo en mi dolor pensando en todo lo que podríamos hacer juntos, mientras permanecemos en nuestra casa, sin hablarnos, sin llamarnos, sin pensarnos.

Ka.

No hay comentarios: